ESCUELA

Posted by Walterio | Posted in , , , , | Posted on 9/04/2018 12:00:00 a. m.

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Sentado tras un desvencijado escritorio de chapa plegada, el profesor Ósman Iglesias Goliardo  repasa alfabéticamente el listado de sus alumnos para que le entreguen la monografía solicitada como tarea. Sabe de antemano que la mayoría de las carpetas que se van acumulando sobre el palimpsesto de nombres y groserías grabadas a punta de compás en el esmalte gris azulado, apenas tienen un interés que pueda reclamar su atención y son la puesta en escena de una representación ociosa: mientras él simula que enseña, los adolescentes fingen aprender. El timbre del recreo baja el telón pedagógico de su compromiso laboral y abandona la institución con un saludo apresurado.

Ya en su casa prepara una infusión de hierbas y se aboca a leer superficialmente el trabajo práctico recibido en nombre del cumplimiento, cuya consigna consistía en seleccionar un sitio que por su valor cultural, justificara el rango patrimonial que posee.

Abre al azar uno de los informes y suspira resignado al leer una página copiada textualmente del libro “Viejas Estampas de Alta Gracia” de Jorge Zemborain.


LA GRUTA DE LOURDES


"Pocos parajes tan pintorescos y apropiados habrán servido de marco a la erección de santuarios en honor a la Virgen de Lourdes. La policromía de las sierras, lo abrupto y ríspido del lugar, ese enorme socavón natural en la piedra formando la gruta, el arroyo que corre a pocos metros y ese maravilloso y límpido cielo azul, característico de Córdoba. El exquisito perfume de los aromitos y el tan peculiar de la peperina embalsamando el ambiente, son dignos marcos a tan venturoso propósito. Y todo esto lo habrá apreciado -sin dudas- doña Delfina Bunge de Gálvez, esposa del escritor cuando con otras damas, eligió el lugar para tal fin. Con el tiempo fueron una realidad, y hoy el santuario es visitado por gran número de fieles y promesantes, de continuo.

Y llegado el 11 de febrero de cada año, la congregación de devotos es multitudinaria, ya que ese es el día consagrado a la Virgen. Largas filas de peregrinos que marchan desde la ciudad de Córdoba hasta el santuario, en interminable caravana cubren, literalmente, la ruta 36, que, hasta muy avanzada la noche, está poblada de rezos y oraciones. Como así también, de canciones, risas y corridas por trechos, de los más jóvenes. Todos acuden devotamente a rendirle sus tributos, y es conmovedor comprobar que toda esa multitud, se mueve por la fe, por sus más arraigadas convicciones. Y no faltan los que llevados por diversas promesas, se llegan al pie mismo de la imagen, marchando largos trechos sobre sus rodillas, con manifiestos propósitos de mortificación y expiación de culpas.”


“La capilla construida sobre una sierra cercana es pequeña pero bonita, con una incomparable vista en derredor. Y por detrás de ella, en otra sierra más alta se eleva una imponente cruz, que se visualiza desde gran distancia. Para llegar a ella es menester recorrer el “vía crucis” construido en el ascendente sendero que culmina en la cima donde está enclavado, justamente el monumental símbolo de la cristiandad. El hacer las estaciones, es una experiencia subyugante y emotiva.

Todo allí es paz y serenidad, el cielo diáfano, el trino de los pájaros, y hasta el reptar de alguna víbora inofensiva, o la carrera asustadiza de las lagartijas. En verdad que en tal lugar y semejante escenario, uno se siente poseído del misticismo, y se acerca sin dudas, mucho a Dios.”


Pero por esta vez, al Profesor Goliardo se le agita la respiración, porque los folios incluyen postales originales de La Gruta, entre las que se destaca una con la construcción de la capilla. Impulsado por su afán coleccionista, arranca los tesoros fotográficos y anota un diez en el listado de calificaciones, más tarde inventará una excusa para no regresar las carpetas a sus alumnos.


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