PÓRTICO

Posted by Walterio | Posted in , , , , | Posted on 10/27/2010 12:00:00 a. m.

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Bajo el monograma de la Compañía de Jesús, los tableros de madera que por años habían resguardado la intimidad de los últimos propietarios de la morada, un día giraron sus goznes para que el Patio de Honor fuera conquistado por la curiosidad de vecinos y turistas…


Expropiada en 1969 por el Gobierno Nacional, la antigua construcción jesuítica se convirtió en museo histórico a partir de 1977, pero en aquella época el acceso se realizaba por la escalinata del mirador situado frente al Tajamar. 

Un miércoles primaveral de 1978. 

Al atravesar el mismo portal espacio temporal que me hace viajar por el paisaje histórico de Altaria, percibo los latidos de entusiasmo en su figura desgarbada, con sus doce años, ignora que algún día recibirá la postal que llevo en el bolsillo del chaleco. Se detiene ante una inconclusa maqueta de madera balsa, en la sala dedicada a la arquitectura colonial y se le ocurre que podría construirla con Rasti al llegar a su casa… 
No sabe que el futuro le develará los secretos horrores de su presente, ni que algún día en los albores del siglo XXI lo invitarán a restaurar esa estancia en miniatura que tanto lo fascina.

Crónicas de un altariano.

ÁRBOLES

Posted by Walterio | Posted in , , , , | Posted on 10/20/2010 12:00:00 a. m.

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Queridas amigas

Este es un lugar maravilloso
y donde hasta el más ciego no deja
de admirar las bellezas naturales de Córdoba.
Reciban mis cariñosos saludos
extensivos a nuestros familiares.

La Serranita – Córdoba 19-3-56

 
La Serranita Alta Gracia
.




Quien herede la belleza del Valle de Paravachasca, quizás nunca llegue a saber lo que el viento, se llevó de él.

Aún hechas cenizas, la miradas recuperarán su destino en el paisaje, porque la tierra es lo único que perdura…

TECHADA

Posted by Walterio | Posted in , , , , | Posted on 10/13/2010 12:00:00 a. m.

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Octubre de 1921

Reunidos desde temprano, los vecinos distribuían sus tareas para devolverle a un rancho la dorada protección de sus faldones. Algunos en torno al pozo de barro amasaban los atados de paja madura cuyo destino sobre el cañizo, de mano en mano sería decidido por la experiencia del techador. Las mujeres repartían mates acompañados de crujientes tortafritas, algunas en almibar y el asador comenzaba a preparar el fuego para cerrar la labor colectiva con un par de cabritos a las brasas…

Crónicas de un altariano.

132 ALTA GRACIA – Una Chacra de las Sierras.


A nuestros queridos tios
les enviamos muchos
besos desde estas sierras

Lidia Isabelita y Leonardito

Alta Gracia
11-3-1922

A
Felipe y Aida.

Por detrás de la postal las sierras dejaron de enviar besos.
Por delante de la postal, la ceremonia de la techada se repitió por años, hasta que las vinchucas y el progreso le cortaron el flequillo al rancho para siempre…

IDEARIO

Posted by Walterio | Posted in , , , , | Posted on 10/06/2010 03:09:00 p. m.

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“La biografía de una persona jamás será completa, si no se describe el ambiente físico y social en que ha vivido. Mi hijo Ernesto vivió en Alta Gracia desde los cinco años hasta los dieciséis. Toda su niñez y toda su adolescencia.”
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Vista de Alta Gracia con el Sierras Hotel
(Actual calle Avellaneda)

(…)
“Yo había alquilado una vieja casona tipo chalet que llevaba el nombre de Villa Nydia, propiedad del gaucho Lozada, un paisano descendiente de ilustres cordobeses que era también dueño de la iglesia y de la casa parroquial-hoy monumento histórico-.”

Villa Nydia (primer chalet de la izquierda)
.
(…)
“Al fondo de nuestra casa teníamos un terreno de más de una hectárea. Como no lo cultivábamos estaba siempre cubierto de yuyos, por cuyo motivo ni Celia ni yo solíamos ir por allí. 
Debo recordar que en aquella época (desde el año 36 al 39) se luchaba en España. Fue una guerra civil que duró casi tres años, y como yo apoyaba el movimiento republicano español en la Argentina, nuestras charlas sobre la guerra eran diarias y nuestros hijos por ese motivo estaban enterados de todos sus pormenores y jugaban a la “guerra española”. Ernesto ideó construir en ese terreno una línea de truncheras cavadas en la tierra y comunicadas entre sí por pasillos subterráneos. Yo no sabía nada de lo que los chicos hacían en aquel terreno y cuando me enteré, en seguida me di cuenta del peligro en que los mocosos habían estado, pues pudieron tener un derrumbamiento mientras construían las trincheras. 
Pero en fin, nada les pasó y en cambio les sirvió para divertirse y entrenarse como futuros combatientes.”
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Del libro de Ernesto Guevara Lynch “Mi hijo el Che”.