SIERRAS

Posted by Walterio | Posted in , , , , | Posted on 7/24/2008 12:00:00 a. m.

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Como una acrópolis, el hotel coronó con sus columnas el mejor promontorio para venerar al sol.


Medí los pasos sobre las baldosas que pisaron reyes y reinas.
Conté las baldosas sobre la sombra desdibujada de pintores y poetas.
Busqué las sombras sobre las leyendas de músicos y presidentes.
Redimí las leyendas bajo los besos abandonados de los amantes.


(Los años, fueron nublando la dorada luz de sus galerías…)

.

Mrs Methmen
The Cottage Lochee
Dundee
Great Britain
.15 Oct 1919


This is a hotel altho’ it looks rather like a factory in the Cordoba Hills.
On the way to Tucuman here for night only .
Colin.


(Esto es un hotel aunque se parezca a una fábrica en las sierras de Córdoba. En camino a Tucumán, aquí por una noche solamente. Colin).

- A factory of ill people?


Una noche de mil novecientos y pico.


“Desde aquí abajo puedo escuchar la música desbordando los jardines y ver los perfiles de los invitados, recortándose al trasluz de las cortinas ondulantes: una fiesta.
El Sierras Hotel se parece tanto al palacio construido por aquel personaje de Edgar Allan Poe en “La Máscara de la Muerte Roja” que no dudo en augurar un final de decadencia y destrucción.
Alguien pasa a mi lado y tose, instintivamente me llevo el pañuelo de hilo bordado al rostro y contengo la respiración”.
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Crónicas de un altariano.

Comments (17)

Cuando llegué a Alta Gracia por primera vez a buscar trabajo, hay quienes me dijeron que la ciudad estaba signada por el Sierras. Pero lo único que pensé fue en "hacia el exotismoooooo".
Cuando más tarde, encontré trabajo en la ciudad, hubo quienes me comentaron que los vecinos al igual que el Hotel, ponían en escena una vida y ocultaban de la vista otra. Yo pensé en consecuencia: "maldita tuberculosisssss".
Luego cuando me mudé, hubo quienes me murmuraron acerca de gente que iba todas las noches a festejar, disfrutar y jugar en ese Hotel- Casino, y mi cabeza no pudo eludir otra que: "la vida es un antrooooooo".
Ahora que encontré en esta ciudad un rincón, cerca de la Compañía de Turismo y Entretenimiento, me estoy dando cuenta que por fin dí con el nombre del musical del año: "La Muerte Rojaaaaa".

Te contrato, y vamos a medias. Tenemos el mejor escenario.

Maru: Te diré que es una vieja fantasía que tengo, yo me la imagino como una de esas delirantes producciones de Mel Brooks (en cuento describo el musical).

Con lo de 'La Máscara...' de Poe esuviste genial.
Habrá sucedido algo similar en el Hotel?
Habrás estado vos en aquella última fiesta y habrás logrado escapar?

Un abrazo.

Nene: Las fiestas de disfraces fueron famosas en el Sierras Hotel (las máscaras siempre sirvieron para ocultar alguna verdad).
Y aunque te suene insólito... el baile de egresados de mi promoción fue el último que se organizó en sus salones antes de que se cerrara y comenzara la destrucción.
Lo que pasó 20 años más tarde continuará en otras postales...

Me lo imagino, desde ese mirador íntimo que usté tiene, en las sombras, buscando, pispiando, haciendo finísimas cuentas de baldosas, cuente Yonjatan, siga contando!
Santa Lucía

Santa: No esperaba verla pasear por mi anticuario! Qué alegría grande que me ha dado! Su presencia generará milagros entre estos muros resquebrajados por el recuerdo.

...contengo la respiración cuando cruzo por el Sierras Hotel y me resisto a aceptar que lo trasmutaran tan mal (a mi gusto claro). Cuando entrás, los letreros indicadores inspiran una ruta al aeropuerto, puaj, no me gusta, y menos esa conjugación de lo viejo con lo nuevo, sé que se puede conjugar muchas cosas, pero aqui, para mi, no pega ni con la mejor cola del mundo (a no pensar mal jajaa!)Besoss

Nélida: ¡Estoy totalmente de acuerdo! lo que le hicieron al Sierras Hotel fue planteado desde la especulación y privilegiando el negocio del juego. No ha sido un trabajo respetuoso pues si bien el edificio se encontraba en ruinas, aún conservaba muchos componentes que podrían haber sido recuperados, por ejemplo: los 5 o 6 copones que coronaban la fachada sur (interna) fueron destruídos por las topadoras, las mamparas del otrora salón azul que tenían un elegante diseño en sus vidrios repartidos, terminaron en los volquetes o las celosías metálicas de todas la aberturas que fueron suplantadas por falsas puertas de aluminio retroiluminadas groseramente aplicadas sobre los muros sin recrear las jambas que toda abertura debe poseer (ahora parecen botiquines gigantes).
No alcanza con que se haya preservado la estructura de sus galerías pues la imagen y su función original, netamente socializadora fueron banalizadas.
Además la calidad de lo construido carece de la nobleza material que un edificio de tal envergadura merece, a la semana de su inauguración los solados de las galerías, reconstruidos con copias de las baldosas originales y cemento alisado blanco (!) ya presentaban manchas y grietas, alguna escalinata que supo ser de mármol de carrara también se la resolvió con cemento blanco y la nueva estructura metálica de apoyo que sirvió para consolidar las columnas y vigas originales no presenta la menor voluntad estética de diseño.
Para qué hablar de la ambientación general que es más digna de un Mc'Donalds que de un auténtico hotel de lujo que pretenda merecer las 5 estrellas que dice tener.

No quiero olvidar mencionar que el proyecto original planteaba la demolición del casino que fue el primer edificio construido en este pais para albergar tal actividad.

YA NO AGUANTO LAS GANAS DE IR AL SIERRAS HOTEL , NECESITO VERLO, AL MENOS LO QUE QUEDA E IMAGINARME HERMOSAMENTE EL RESTO... MILES DE ABRAZOS SOBRE TU HERMOSO CUELLO. GUILLERMO

"—Are you over there?"
¿Escuché bien? Esa voz.
"—Are you over there?"
Escuché bien, claro.
Volví los ojos, cruzando la galería central, con el sol apuñalando la sala. Es él: Colin sonriendo al otro lado.
No me asusté ni corrí. Los fantasmas son buenos brujos. Y Colin había decidido dejar aquí su santidad, así fuere sin desearlo.
El día que llegué a este pueblo perdido desde Dundee, sesenta años después de aquella postal de mi abuelo, un policía me contó brevemente la historia. Era un viejo comisario ya retirado.
No tenía mucho por decir, pero era suficiente. Unos "malandras", dijo, sorprendieron a Colin mientras mientras paseaba por la calle de regreso del correo.
Se resistió, mas le robaron todo.
No murió por golpe, trauma o acción criminal alguna. No. Fue un infarto. Un común y tradicional paro. Imagínense.
Por supuesto, el abuelo Colin nunca llegó a Tucumán. Y ahora su forma, indefinida por la resolana y los años de entidad inhumana, se escurre por las esquinas del salón.
Y heme aquí, a horas de escribir mi propia carta para mis nietos.
Crucé el Atlántico desde las colinas de Dundee para jugar con un fantasma a la gallinita ciega una tarde en los restos del Sierras Hotel.
"—Are you over there, little bunny?"


(Saludos, W)
(Ya te voy a enviar el mail. Paciencia. Tengo mil cosas en el plato aun)
(Mantenga el contacto epistolar, che. Así se forjaban las relaciones en el pasado. Curioso que la tecnología revalide la carta como método. Curioso. Y fabuloso.)

vaya crónica mas misteriosa, interesante, y con su punto de bucólica, por los recuerdos que escribes... Me encanta tu blog por eso, es como revivir historias a través de las postales, como si se viesen a través de un viejo Viewmaster ( aquel juguete para ver diapositivas que tanto me gustaba). Un fuerte abrazo amigo

Guillermo: El Sierras Hotel fue reinaugurado en el 2006, lo que ahora veras es una mala caricatura de lo que fue.

Diego: ¡Qué buena continuación de la historia! se me volverá un vicio esperarlas. Una vez más te agradezco que participes de este juego evocativo y si, tenés razón, debo comenzar a forjar un contacto epistolar más directo e intenso.

Homo-Sapiensis: A veces me pregunto cómo llegarán estas anécdotas que cruzan lo real y lo imaginario del paisaje urbano de Alta Gracia a quienes viven a miles de km de aquí y que apenas pueden llegar a saber algo de una ciudad perdida en las sierras cordobesas de Argentina.

Hola Walter! Gracias por haber armado una Página donde uno encuentra Historia, documentación , arte, poesía y las caras de mi Alta Gracia que llevo en la nostalgia. Yo también tuve mi Fiesta de Egresada en el Sierras Hotel ! Desde Sarmiento, Chubut , te saluda Mercedes Brito

Mercedes: Es un gusto tenerte de visita por este anticuario, te invito a compartir tus recuerdos de la ciudad con los ocasionales turistas que por aquí pasan.