RASTROS

Posted by Walterio | Posted in , , , , | Posted on 6/18/2008 12:00:00 a. m.

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Suelo visitar el museo, intentando hallar alguna ventana que me permita atisbar el perfil del Virrey junto al rosal blanco que se desangraría tras su fusilamiento…
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“…Ya me tiene Ud. hecho un hombre campestre, ocupado sólo del arado, del buey, del mancarrón, del molino; dando órdenes al albañil, al hortelano, al capataz, al peón, al domador, al carretero, con más gusto que cuando las dictara a una provincia o a un ejército…”
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(De una carta enviada el 2 de mayo de 1810 por Santiago de Liniers a su amigo don Vicente de Echeverría).
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1820


María del Carmen recorre los aposentos de la casa por última vez, su falda comienza a despedirse de las baldosas con un susurro, mientras controla que todo lo que deba dejar al nuevo propietario sea lo justo y necesario. 


Se detiene por unos instantes ante la puerta abierta del mirador, los cultivos y frutales le siguen pareciendo un milagro en medio de esa serranía tan hostil que precisa armarse de espinas lacerantes para soportar la sequía. Retrocede por el claustro y se dirige al traspatio, en la cocina que su padre mandara a construir una década atrás, la espera su criada. 


Inesperadamente, un nudo en la garganta le impide formular la orden prevista y al intentar disimularlo, posa fortuitamente la mirada sobre una vajilla que llegara desde Inglaterra. La loza, aderezada de festones, cintas y pétalos azules, arma una frágil torre de recuerdos: la infancia en la casa de Buenos Aires, la amenaza de los invasores en el Río de la Plata, el viaje interminable hasta Córdoba…


Un pabellón de ira, ciega sus nostalgias y ante el asombro de la negra que permanece aguardando el mandado, toma algunos platos y abandona la habitación. Las golondrinas huyen de los mechinales asustadas por la carrera de la mujer que busca los lugares comunes de la morada, bajo las bóvedas de crucería.


Entre sus manos, el plato hondo que corona la pila de frágiles cuencos, recoge sus lágrimas y de pie ante el esfínter abierto de la letrina, los arroja sollozando. La memoria de las sopas, el alma de todos los sustentos y festines de la familia de Santiago de Liniers, estrella su lujo europeo contra las piedras que los esclavos alguna vez amuraron en la estancia de Nuestra Señora de Altagracia, para mayor gloria de Dios. 

Entre 1971 y 1974 se realizaron excavaciones en la estancia jesuítica que concluyeron con el importante hallazgo entre otros elementos de dos vajillas inglesas completas (una Creamware y la otra Pearlware). La identificación de las mismas correspondió al Arq. Daniel Schávelzon, mientras que la hipótesis de su destrucción fue planteada por el Arq. Carlos Page.
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Comments (3)

Cómo me gusta la forma de redactar que tenía la gente cuando las cartas eran 'de verdad'.
Cómo no volver a aquellos tiempos, y que internet con sus mails y todo colapsen y se desvanezcan con malos recuerdos y todo.
Ah, las cartas de verdad...
Un abrazo.

No perdernos
dejar rastros
volver a la naturaleza
quien sabe
no sea ésta,
nuestra última salvación

Maru: La pipa es otro de los tesoros de la estancia, ¿sabremos alguna vez de quién fue?

Nene: En aquellas cartas trasciende una lentitud necesaria para incorporar el mensaje que llegaba desde tan lejos. Añoro esa cadencia en las palabras como así también su gentil elegancia.

Nélida: Perdimos una armonía, ganamos mucho tiempo, pero el vacío conquistado continúa sin darnos la satisfacción que buscábamos.