TRÍGONO

Posted by Walterio | Posted in , , , , | Posted on 6/09/2008 12:00:00 a. m.

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Hoy camino por veredas de baldosas rotas entre las que alguna brizna de hierba procura reconquistar la tierra perdida. Los mechinales de la morada jesuita continúan anidando palomas especializadas en bombardear las mesas plásticas de un bar contiguo que aguardan la rutina del café y el hastío futbolero. Carteles por aquí y por allá mienten, desmienten y maquillan la historia convertida en un recuerdo de resina, un llavero o un tapiz bordado en el altiplano mientras un pequeño ofrece pastelitos y peperina que nadie se digna a comprar.
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Enero 9 1924
Desde Alta (G)r(ac)ia tengo el gusto de saludarlas en mi nombre y en el de Ramón.
María Elena Cospan
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-Pero…
¡Qué alegría da recibir esta tarjeta! María Elena debe estar muy contenta con el aire de las sierras que hace tanto bien para el cuerpo y el espíritu. Ojalá pronto pudiéramos subirnos al tren, olvidarnos un poco del trajín capitalino y desayunar contemplando el paisaje, muero por los pastelitos de hojaldre almibarado que venden los changuitos en canastas de mimbre arropadas por inmaculados repasadores de lienzo. Espero que María Elena no olvide comprarle a los yuyeros de la plaza, el atadito de peperina que le encargué para los mates de la tarde…
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Comments (4)

ahh! altario que rico pastelitos almibarados, de esos, de aquellos, con unos buenos mates con peperina a esta hora,tan fria!!!

Las edificaciones me hicieron acordar a las casas de adobe que hay en Tilcara y Purmamarca (el molino no), sitios que deberías conocer en el norte argentino, si es que no los conocés ya.
Un abrazo.

ESE ES MI PASADO... ALLI JUNTO LAS SEMILLAS DEL TIEMPO QUE GUARDO DEBAJO DE MIS PIES HERMOS BESOS Y ABRAZOS GUILLERMO

Maru: Quedaba mejor el molino antes que esa torrecita mezquina de ladrillo visto con veleta que construyeron para La Posada.

Nélida: Todavía recuerdo los que comía a la siesta en mi infancia de Barrio Poluyán, tenían infinitas capas crujientes por las que se filtraban olas de almibar todas espolvoreadas con grana multicolor y un corazón rojo de dulce de membrillo.

Nene: Aún no tengo el honor de conocer el norte, es una deuda que me pesa porque su paisaje contiene todos los matices que me conmueven.

Guillermo: Qué bueno que apareciste por acá, ya tendremos una cita con el barroco y los haikus, es más en este blog se está escribiendo uno de manera oculta, veremos quién lo encuentra (recién se está formando la primera palabra).

Maru: En serio ¿por dónde empezar a juntar las semillas del tiempo? de algún modo los vestigios de lo que pasó, son esos núcleos germinales que algunos pretendemos que broten para recuperar la grandeza de lo modesto.